Objeto del Terror - Memoria Descriptiva
Desde sus comienzos, el cine de terror ha mutado sistemáticamente para lograr su cometido: infligir miedo en el espectador. Como seres racionales, aprendemos y asimilamos con la experiencia. Esta es la razón que obliga al género a mantenerse en constante evolución. Aquello a lo que le tememos hoy, mañana formará parte de la vida cotidiana.
Así como aprendemos a superarnos, el cine ha aprendido a renovarse para perpetuar, tal es así que podemos dividir la historia en tres grandes momentos:
El primer cine de terror surge como una necesidad. Alrededor de 1922 Friedrich Wilhelm Murnau dirige “Nosferatu”, el primer vampiro famoso de la historia. Por primera vez el público reconoce al monstruo como objeto del terror. Hacia 1931, James Whale crea “Frankenstein”, quien probablemente fuera la mayor aproximación a la imagen de la posguerra y los cientos de veteranos mutilados que dejó el conflicto bélico. Frankenstein funcionó como medio para expresar el descontento social de aquel entonces.
Tras muchos años, la segunda guerra provoca enormes migraciones. Las ciudades comienzan a convertirse en grandes centros urbanos, y empiezan a aparecer figuras de terror nuevas que responden al nuevo orden social. En 1960 Alfred Hitchcock representa la locura por el hacinamiento en “Psicosis”, donde el objeto del terror está en el individuo que al encontrarse fuera del sistema, deviene en asesino serial.
Alrededor del año 2000, en plena hiper-comunicación, ya casi no existen dudas que no puedan investigarse o buscarse en internet. El cine del terror muta entonces hacia un modelo que cuestiona la realidad misma, dimensiones paralelas que conviven con la nuestra, viralización de los problemas, y la condensación de todos esos miedos en “Ringu” (la llamada), del director japonés Hideo Nakata. El J-Horror, sub-género de terror japonés, comienza a funcionar como proveedor del cine occidental, dotándolo de cantidad de historias siniestras afines al nuevo objeto del terror: lo desconocido.
El sistema de 3 piezas, refleja cada uno de estos momentos,
haciendo pie en el director más representativo de cada uno, sus películas y los distintos objetos del miedo.
